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Viendo 20 entradas - de la 41 a la 60 (de un total de 62)
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  • #116232
    hefraperez
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    Puntos: 603

    Fui el 05-jul-21 a los baños de la consti a la 1:30 pm. Llegando estaba todo ocupado y había 2 vatos esperando a que se desocuparan los baños. De hecho, el cubículo de en medio estaba libre, pero nadie entraba, señal de que los dos que estaban ahí buscaban faje.

    Uno de ellos era un taxista (se estacionó justo afuera de los baños), de unos 35 años, gordito, güero y de cabello rizado, se veía algo sudoroso. El otro era un vato guapísimo, muy parecido al que me topé la ocasión anterior. Delgado, como de 1.75 de estatura, tez blanca, rasurado, de facciones finas, pelo oscuro, un poco peloncito (con entradas), de unos 28 a 30 años. Iba de pantalón de vestir negro de esos ajustados y camisa blanca con grabados, con mocasines, muy bien vestido.

    En el baño del fondo alguien puso el bote para la basura para tapar la entrada. Sonó un celular y empezó a hablar la persona de ahí. Era un viejillo como contratista o albañil, a fume y fume el cabrón, sólo apestó el baño y tardó un montón en salir.

    El vato del primer cubículo era un wey delgado, alto, de jeans y una playera rosa juvenil. Después de esperar un rato llegó un wey trabajador de la construcción a hacer sus necesidades, pero como el taxista se había metido al baño de en medio y nadie salía, mejor se fue.

    Justo cuando quedamos el guapo y yo en los lavabos, el del primer cubículo quitó el papel del glory hole y nos observó. Me miró y miró al guapo. Al parecer ya estaban haciendo algo antes de que yo entrara, porque se puso de pie y pasó su verga por el agujero. Una verga larga, delgada y de tez clara (como amarillenta). El guapo se acercó, se bajó el cierre y se empezó a masturbar con la izquierda y con la derecha empezó a masturbar la verga delgada del vato del cubículo.

    Se me antojó hincarme y chuparles ambas vergas. El guapo tenía una verga blanca, gruesa y sin circuncidar. Me acerqué y le toqué un pezón mientras se masturbaba, pero se incomodó, luego soltó la verga del vato del cubículo para que yo se la jalara o mamara, pero en cuanto sujeté la verga, la metió para no dejarme tocarlo (qué mal). Entonces le hizo seña al guapo para que él metiera su verga, así lo hizo, estaba más gruesa y desde el otro lado se la empezó a mamar.

    Estuvieron intercalando. El del cubículo sacaba su verga y el guapo se agachaba a mamarla, luego al revés. Se le veía bien rico su calzón de poliéster negro semi transparente al guapo. Se le notaba su rajita cada que se agachaba. Me daban ganas de bajarle el calzón y darle unas mordidas de nalgas mientras él mamaba verga.

    El taxista se subió a la taza del baño para espiar a estos dos vatos, luego salió de su cubículo para ver. Se acercó a donde estaba yo, pero la neta estando esos dos cabrones ahí dando ese show lo que se antojaba eran ellos, no entre nosotros, así que no le hice señas ni nada al taxista, así que mejor se fue.

    Me excitó que mientras el guapo se la mamaba al del cubículo, este último se recargó completamente en la división y pude verlo mejor. Era un chavo alto, como de 1.80, delgado, tez blanca, con barba de candado. Pude ver cómo recargó su mentón en la división del baño, viendo hacia arriba mientras se la mamaba el guapo. Abrió su cubículo para fajar más agusto con él y lo pude ver bien. No mames…. ¡guapísimo el cabrón!, si el guapo de afuera estaba de 10, el de adentro estaba de 20. Alto, tez blanca pero bronceado, barba de candado bien delineada, nariz respingada, una mirada bien sexy, cejas gruesas muy varoniles, los dos juntos parecían modelos de ropa, por lo menos de los catálogos de Coppel.

    Entró el guapo de afuera y se agachó a mamársela al otro. Intercalaron y luego el guapo peloncito puso de espaldas al otro. Unas nalguitas redondas y paradas, bronceadas y sin un solo vello se le notaban. Le metió la verga por entre esas deliciosas nalguitas y estuvo empujándosela. No creo que lo haya penetrado, lo más seguro es que sólo se la rozó entre las nalgas, pero se veían deliciosos.

    Entró alguien más y se separaron, pero el del cubículo ya no tapó el glory hole. El vato que acababa de entrar era otro chavo guapísimo también. Igual como de 1.80, delgado, güero, de pelo castaño, lampiño, nalgón. Traía pantalón café ajustado y una camisa como naranja a cuadros. Se veía muy guapo, aunque sí se notaba que era pasivo casi al instante. Se metió al baño del fondo y en el rato que estuvo, el guapo peloncito volvió a darle y recibir verga por la boca del otro del cubículo.

    Cuando salió el de pantalón café, volvieron a abrir el cubículo para fajar ahí, como que les valió verga porque el de pantalón café también era gay, se notaba de inmediato, así que estuvieron ahí mamando entre ellos y el peloncito metiéndole la verga entre las nalgas al otro. El de pantalón café sólo se lavaba las manos, los veía y se le antojaba de a madres, pero como yo estaba ahí no se quiso animar a nada, así que sólo movió la cabeza en señal de desaprobación al ver a los otros fajar (algo falsa su señal). Yo tampoco le insinué nada, la neta entre ese trío de manjares como que yo salía sobrando. Se fue el de pantalón café y de repente uno de los dos que quedaban lanzó un chorro de leche sobre la división del cubículo, debajo del glory hole. No supe quién fue, pero se veía muy morboso y excitante la leche escurrir de esa división semi transparente.

    El guapísimo se limpió sus nalgotas lampiñas bronceadas y salió. Yo me fui al baño del fondo y se quedó el guapo peloncito. Pensé que buscaba más, tal vez el que se vino fue el otro, para aprovechar y mamarle la verga, pero salió unos instantes después. Neta que esos cabrones como pareja quedarían perfectos. Los dos chavos bien, se veían de varo los dos, pero así como entraron, se fueron, sin despedirse ni nada. Si yo fuera uno de ellos al otro lo haría mi faje de planta, la neta.

    En fin. Me quedé solo un rato, luego llegó otro vato al primer cubículo. Después de unos minutos me acerqué al glory hole para verlo. Era un chavo de jeans negros ajustados y una camisa de manga corta como café. No vi que se la jalara, pero estaba buscando faje. Por un instante me dio miedo porque su ropa era parecida a la que usa mi amigo que vi hace unos días. No quería toparme con él, pero los tenis que calzaba eran de número chico, tal vez no era él.

    Justo cuando le iba a hacer señas por el glory hole, se puso de pie y salió. Sí era alguien conocido, pero no mi amigo. Era el chavo mesero que conozco de donde trabajaba hace mucho. Muy guapo también, pero es más pasivo, creo que buscaba verga y se desesperó porque no le ofrecí y se fue. Yo salí también, y justo en la entrada del baño de mujeres ya estaba una de las del aseo, con cara de perro, esperando a que saliéramos. Qué bueno que no hice nada, sino me pudo haber cachado en el acto.

    De ahí me fui a la central camionera, pero lo mencionaré en otro relato.

    #116721
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El domingo 11-jul-21 fui a Jesús María a un asunto particular. De hecho, aproveché para pasar junto al Aqua Steam, sin entrar. Afuera había clientela de todo tipo: desde güeritos guapos, chacales maduros, chavitos chacales y señores tipo Godínez, algunos preparando sus condones y la ropa interior adentro de sus mochilas en la calle, con poca discreción, aunque yo creo toda la gente ya sabe lo que pasa ahí.

    De ahí me fui a los baños de la consti, a las 4 pm. Nunca había ido un domingo a esa hora, pero es día que no van las señoras del aseo y está solo para hacer de todo. El lugar estaba solo, excepto el baño del fondo. Lo tenían cerrado con el bote de la basura, porque la puerta no tiene cerrojo. Pensé que podrían estar 2 vatos adentro fajando.

    Estuve un rato en los lavabos, me agaché desde ahí para ver si alguien del baño también se agachaba, pero no. Después de un rato me acerqué a su puerta y le bajó al baño. Me regresé a los lavabos y la persona abrió su puerta, sin salir. Me asomé y lo vi. Era un señor como de entre 45 a 50 años, robusto, de panza chelera, barbón y traía la verga de fuera, jalándosela.

    Me metí a su cubículo, me acerqué a él y le agarré la verga
    -¿Tienes mucho rato aquí?- le pregunté en voz baja mientras lo masturbaba.
    -Media hora, más o menos- me dijo.
    Le toqué sus pezones, como estaba panzón también estaba algo chichón. En cuanto hice eso se empezó a desabrochar su camisa y me mostró su torso desnudo. Estaba bien peludo el vato, desde el cuello hasta la verga, pero venía rasurado. Se había recortado el vello, pero se veía todo bien rico y peludito, de piel morena clara.

    -¡Qué rico!- le dije y me acerqué a mamarle una teta. En cuanto lo hice sumió la panza y se le paró más la verga. Luego le chupé la otra. Me tomó de la cintura y me levantó la playera para que me desnudara. Me subí la playera y le enseñé mi cuerpo lampiño y rosadito. Me manoseó las tetas y luego me agarró del pantalón para bajármelo. Me bajé el pantalón a las rodillas. Me sujetó y me puso de espaldas, para arrimarme el pito. Lo tomé de las muñecas y puse sus manos en mis tetas mientras me arrimaba el pito por detrás. Me encanta que me hagan eso.

    Metió su mano al bolsillo y sacó un envoltorio de un condón.
    -¿Quieres que te la meta?- me preguntó bien cachondo.
    -Espera- le dije mientras aún me tenía el pito arrimado por detrás.
    -Es que sólo busco faje- le dije. La neta no venía preparado para penetración. Para que no se enojara me agaché y le di una chupada de verga. Ya la tenía bien parada y lubricada. Justo en ese momento sonó la puerta y me fui al cubículo de al lado. Era una persona con un niño. Así que decidí esperar en el cubículo de en medio mientras se iban. El señor peludo con el que andaba fajando mejor se fue. Se quedó a medio faje. Lástima.

    En ese rato entraron y salieron varias personas, pero sólo a hacer sus necesidades. Por último, mientras me lavaba las manos, ya casi por irme, entró un hombre chacalón, moreno, también robusto, medio panzón y se fue al baño del fondo, pero dejó la puerta abierta. En un principio pensé que sólo había entrado a orinar, así que me metí al cubículo de al lado, esperando a que saliera o hiciera alguna seña.

    Empezó a silbar una canción. Salí nuevamente pero no me asomé a su cubículo, pero en cuanto notó que estaba cerca me silbó dos veces, para llamarme. Me asomé y estaba recargado en la pared, con la verga de fuera sólo por el cierre del pantalón, masturbándose.

    Me parece que ya lo había visto antes. Es un albañil que en una ocasión me dio a mamar también ahí mismo, a mediodía. Hoy 12-jul pasé por el paso a desnivel de Pulgas Pandas y me pareció ver a alguien muy parecido a él trabajando en la obra.

    Me acerqué y se sacudió la verga, para ofrecérmela:
    -¿Qué, no me la mamas?- me preguntó en voz baja.
    Me acerqué, le sujeté la verga y le jalé el pantalón un poco hacia abajo, para que se lo desabrochara y verle bien la verga y los huevos. Así lo hizo y sí reconocí que era el chacal de aquella ocasión.

    Olía a limpio, así que me hinqué y se la empecé a mamar. Tiene la cabeza de la verga chiquita y ya le empezaba a lubricar. Tenía una verga medianita, de unos 13 o 14 cm. Me la metí a fondo y me empezó a embestir bien rico. A pesar de estar gordito se mueve bastante bien. Me puse de pie y le levanté la playera. Estaba lampiño y tenía varios tatuajes en el cuello. Le chupe una de sus tetas, pero las tenía más aguadas que el señor de hace rato, le hace falta hacer ejercicio.

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Sí, ¿y tú?- me pregunto él.
    -No… ¿te gusta besar? – le dije, mientras me acercaba un poco más a él
    -No- me dijo, volteando un poco la cabeza para que no me acercara tanto a él. Me causa gracia los que no les gusta besar, pero sí hacer de todo lo demás, como si eso los hiciera más machitos al andar fajando con vatos.

    Me volví a hincar a mamársela, con más fuerza y embistiendo mi cara en su pelvis, para tratar de hacerlo venir, mientras me sujetaba de sus piernas, pero el wey tenía un chingo de aguante. Me sujetó de la cabeza para que no me moviera, se recargó más en la pared y me empezó a empujar su verga bien rico en la boca, lo más al fondo que pudiera. Luego me la sacó y me empezó a dar vergazos en la cara y los labios, pensé que ya se iba a venir y a echármelos en la cara.

    -¿Por dónde vives?- me preguntó mientras me daba de vergazos (con el pene) en la cara.
    -Por la Rodolfo Landeros- le dije. En realidad no vivo ahí, pero para no ser cortante con él.
    -Ahh, yo también vivo ahí en la Rodolfo- me dijo.

    Para evitar que me siguiera haciendo plática y no tener que decirle dónde vivo, me puse de pie para cambiar de tema:
    -¿Duras un chingo verdad?- le pregunté mientras con una mano sostenía su verga y la palmeaba. Ya le había crecido un chingo, unos 17 cm, gruesa de la base y un poco más delgada de la cabeza, morena y pesada, se movía de un lado a otro su chorizote.
    -Si- me dijo, un poco seco, pero orgulloso.
    -Apenas para sentirla adentro- le dije bien cachondo sin dejar de jalársela y apretarla.
    -¿Quieres que te la meta?- me preguntó
    -¿Tienes condón?- le pregunté, aunque la neta no quería coger en ese momento.
    -No- me dijo.

    Me volví a agachar para mamársela, pero la neta ya estaba cansado de la mandíbula y el wey no se venía. En eso se escuchó un coche estacionarse y nos separamos, me fui al cubículo de al lado y la verdad ya tenía ganas de venirme, así que me la jalé hasta deslecharme. Esperé a que salieran las personas que entraron al baño, me limpié y salí al lavabo. Me lavé las manos, la cara y la boca.

    En eso entró al baño un tipo moreno medio gordito, también chacalón. Me parece haberlo visto antes también y entró al primer cubículo (el de glory hole). En eso salió el chacal al que se la mamé del baño del fondo y se fue a los mingitorios a seguírsela jalando. Me acerqué con él para decirle con señas que ya me iba.

    -Ese wey también busca faje- le dije en voz baja mientras él se masturbaba
    -Sí- dijo con su voz seca, confirmando que pensaba lo mismo que yo.

    Me despedí y salí del lugar. Quién sabe si entre los dos se deslecharon ahí. Por cierto, ese puente de Pulgas Pandas es nido de chacales que se nota de inmediato que son entrones, para quien guste ir en el el horario del lonche llevarse uno a fajar ahí.

    #119290
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Fui hoy 13-ago-21 a los baños de Villateresa poco antes de mediodía. Siempre me fijo por enfrente en la Av. Constitución si están las del aseo ahí o si hay patrullas cerca. Se veía solo, así que entré, y en efecto, estaban vacíos. Hasta eso estaban limpios. Me metí al baño del fondo a esperar hasta que llegó un vato al baño de en medio. Iba a sus necesidades, pero tardaba mucho en salir, así que me agaché a espiarlo desde debajo de mi puerta. No se notaba que se la anduviera jalando.

    De rato llegaron algunos hombres, sólo a sus necesidades y se fueron rápido, hasta que entró uno al baño con glory hole y se tardó en salir. Lo espié debajo de mi puerta y no se notaba que hiciera nada. En eso sonó nuevamente la puerta de la entrada y se escuchó que el vato del baño con glory hole abrió su cubículo.

    Me volví a agachar y noté al wey nuevo que acababa de entrar en ese cubículo del glory hole, pero al otro no lo escuché salir, así que pensé que estaba en el primer mingitorio. Salí para asomarme, pero no estaba. Qué raro.

    Fue hasta que noté que alguien se asomaba por encima del cubículo que me di cuenta que el que estaba antes se había subido a la taza y el nuevo estaba de pie, mamándosela. ¡Qué rico! Tenían el glory hole destapado. Me asomé y pude ver una verga paradota y doblada a la izquierda del que estaba de pie. Del que estaba sobre la taza sólo pude verle sus piernas.

    Les hice señas por el glory hole para que pusieran su verga, pero en vez de eso abrieron la puerta y salieron. El que estaba de pie era un cholito joven, de unos 25 años, delgado, moreno, de rostro delgado y cuidado (rostro liso, sin cicatrices ni espinillas), de bigotito. Se parece mucho a un wey que anda en Grindr que se define como no binario. De aspecto machote, pero se viste medio raro. Este venía con una playera roja del béisbol, como las que usan algunos cholitos.

    El que estaba de pie sobre la taza era un chavo güero, pero medio chacalón también, de la misma edad, un poco más chaparro que el cholito (1.68 más o menos). Me vio el cholito moreno, yo me estaba sobando la verga por encima del pantalón. Él ya la tenía bien parada debajo del suyo. Se miraron y se hicieron señas para irse al baño del fondo, donde había salido. Cerraron la puerta y empezó el faje. Quise agacharme a verlos, pero se notaba que no querían dejar ver.

    Al final abrieron la puerta y los pude ver subiéndose el bóxer a ambos. Salió primero el chacalito güero. Se le notaban ricas nalgas. Salió deprisa a lavarse las manos y se fue. Casi detrás de él salió el cholito moreno. Yo me regresé al baño del fondo. Noté que se tardó un rato en irse, viéndose al espejo.

    Me volví a agachar a espiar al vato de en medio, que aún no se iba. Ya se la estaba jalando. Salí a jalármela frente a su cubículo, para que me viera por el agujerito para espiar que está en esa puerta. No supe si me miró, pero como que no la captó, así que me fui al baño del fondo en cuanto se puso de pie para salir de su cubículo.

    En el baño del fondo estaba la leche de los chacalitos de hace rato. Me molesta que dejen el piso embarrado, así que la limpié. Me dio mucho morbo imaginar lo que hicieron. No supe si fue mamada, masturbada o metida entre las nalgas sin penetración. Estaba muy blanquita su leche, la olí. No olía a cloro, tenía un olor más fresco, como frutal. Terminé de limpiar sus leches, luego yo me masturbé en la taza hasta venirme, con el morbo por lo que no me tocó probar. Me limpié y me retiré.

    #119805
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Hoy sábado 21-ago-21 fui a los baños de la Consti a eso de las 2 de la tarde. Afortunadamente no estaban las del aseo y estaban limpios, como que no había ido casi nadie durante la mañana. Esperé en el baño del fondo y al poco rato llegó alguien al primer cubículo, el de glory hole.

    Me agaché desde el baño del fondo para espiarlo. Era un chavo flaquito, albañil, traía sus botas de trabajo y su pantalón lleno como de cemento seco. No sé si sea de los que están construyendo el puente vehicular de Pulgas Pandas. En otra ocasión que fui un domingo en la tarde me topé con varios albañiles también.

    El vato se había bajado el pantalón sólo hasta los muslos, aparte era de esos pantalones entubados. No podía distinguir si se la estaba jalando o no. Salí un momento a los lavabos para ver si tenía el glory hole destapado, pero no. Ahí, seguía, sin hacer ruido, pero tampoco hacía sus necesidades.

    Después de un rato llegaron y salieron varios hombres, pero sólo a sus necesidades. Me desesperé un poco y como no tenía mucho tiempo me masturbé para deslecharme en el baño del fondo. Mi idea era esperar un rato más por si llegaba alguien volver a deslecharme.

    Salí a los lavabos y en los mingitorios estaban dos chavos. Un morenito como de entre 1.70 a 1.75, joven, de unos 23 años y de buen aspecto, ni gordo ni flaco, en su punto y nalgoncito. Al lado de él estaba alguien que reconocí: ¡¡era un chavo güerito que me encanta!! Es un vato un poco más alto que el morenito, como entre 1.75 a 1.80, de piel muy blanca, de unos 25 años. La última vez que lo vi estaba un poco panzoncito pero sabroso. Esta vez ya había recuperado su físico, atlético, brazos tonificados y sus nalguitas bien paradas. Siempre va de pants y se le nota rápido el bulto cuando anda erecto.

    Los dos se la estaban jalando el uno al otro con discreción, pero cuando me vieron se soltaron y se quedaron de pie, sin orinar. Me lavé las manos y el morenito se fue al baño del fondo, entró y dejó la puerta abierta. Me iba a asomar, pero en eso llegó un señor que frecuentemente va a esos baños. Un señor moreno, panzón, de pelo chino y ojos como café claro o verdes. Parece como de rancho, no sé, me da apariencia de que es maestro de baile. Se nota algo afeminado.

    El güerito que me gusta se recargó en los lavabos cerca de mí y se puso a ver su celular. Se le notaba bien rico la verga parada debajo de su pants blanco, aparte mientras doblaba sus brazos para sostener su celular se le marcaban bien rico sus músculos. Si no fuera por el señor afeminado que acababa de entrar ya le hubiera agarrado le verga y me hubiera hincado para satisfacerlo, pero en vez de eso me acerqué al baño del fondo, donde estaba el morenito. Al parecer se la estaba jalando en el baño, no orinaba, pero estaba de pie junto a la taza, con el pene de fuera aparentemente (estaba de espaldas).

    Se dio cuenta que lo estaba viendo y salió del baño, se fue de nuevo a los mingitorios y el güerito que me gusta se puso junto a él, otra vez. El señor afeminado se metió al baño del fondo y yo regresé a los lavabos. Como se dieron cuenta que también buscaba faje, se volvieron a masturbar el uno al otro con discreción. Estaba a punto de acercarme a ellos para mamársela a los dos, pero en eso entró una familia (hombre y mujer con sus niños). No iba a hacer un desfiguro con ellos cerca, así que me lavé las manos y salí. Justo cuando me las lavaba, apenas salió el chavito albañil del primer cubículo. Un chavito moreno como de 20 años. Tampoco se hizo nada con él. Espero volver a encontrarme con el güerito.

    #120887
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El martes 31-ago salí un poco temprano de mi trabajo, así que me dirigí a los baños de la Constitución (Villa Teresa), a eso del medio día. Para mi buena suerte no estaban las del aseo a la vista. Entré y estaban los dos cubículos pequeños ocupados. El primero se veía que era un chavo, por su forma de vestir (tenis Converse blancos, pantalón de mezclilla entubado). Tenía el glory hole tapado con papel. El del otro baño parecía ser un señor, traía zapatos de vestir y al parecer sí estaba haciendo sus necesidades, así que me fui al baño del fondo a esperar a que saliera.

    Me agaché para espiarlos desde el baño del fondo, pero no podía ver bien sus genitales, por lo que no supe si se la estaban jalando o no. En cuanto salió el señor de zapatos negros, me fui a los mingitorios junto al chavo del primer cubículo y me empecé a masturbar. Noté que se asomó por el agujerito que da al primer mingitorio, así que moví un poco el papel del glory hole para que lo quitara y me pusiera su verga.

    Así lo hizo, pero no ponía su verga, por lo que yo puse la mía con cuidado. Por cierto, el borde del glory hole está algo filoso y tiene varias partes puntiagudas, tengan cuidado si meten la verga. El chavo me la jaló un poco, pero por la incomodidad del borde puntiagudo, mejor la saqué y me puse junto a la puerta para que abriera. Así lo hizo: era un chavo chaparrito, como de unos 22 años, como universitario, moreno claro, con el pelo un poco largo y alborotado, al estilo del vocalista de Zoé, incluso con los ojos como medio dormidos (marihuanos) jajaja. No era guapo (para mi gusto), pero sí atractivo, cogible, por así decirlo. No aparentaba ser gay ni femenino.

    El wey venía ya con la verga de fuera, una verga medianita, de unos 13 cm, morena clara, sin circuncidar, ya parada y bien venuda. El vato no me dijo nada, sólo se dio un agarrón de verga, como para ofrecérmela y me siguió masturbando. Quise primero excitarlo un poco más, así que le levanté su playera verde, para verle sus pezones, con poquito vello. Les di unas chupadas, el wey gimió un poco en voz baja. Eso me excitó mucho. Me acerqué a su oído:

    -¿Tienes vieja?- le pregunté.
    -Noo, por qué lo dices- me respondió.
    -Porque no se ve que seas gay, ¿andas de curioso nada más?- le volví a preguntar
    -Sii- me dijo, con una sonrisa. Luego me tomó de los hombros para empujarme hacia abajo, para que se la mamara.

    Le olía un poquito a orines, pero igual le di una chupada. Luego me puse de pie y le volví a decir al oído:
    -¿Te gusta besar?- pregunté.
    -Noo- me dijo un poco nervioso (pienso que sí, pero no conmigo, o quizás porque ya le había chupado la verga ☹)
    -¿Quieres ver mi culo?- le pregunté
    -A ver- me dijo.

    Me volteé de espaldas a él, se guardó la verga y me empiné, así, con todo y ropa. El wey me arrimó su paquete y me empezó a dar embestidas en las nalgas, con todo y ropa, como para calentar. Yo me sostenía de la puerta. Luego le agarré su verga ya bien paradota debajo de su pantalón.

    Se la volvió a sacar, me bajé el pantalón para enseñarle mi culote. El wey me recorrió las nalgas con sus manos (quería que me nalgueara, pero podrían oírnos) y luego me arrimó el pito cerca de mi ano, me dio varios vergazos en las nalgas (por fuera), después se ensalivó la verga y la arrimó cerca de mi ano. Empezó a empujar, con intención de meterla.
    Giré la cabeza para decirle:
    -Nada más rózala, sin meterla-

    El wey puso su verga más arriba, lejos de mi ano y empezó a empujar su verga, haciendo finta de metérmela, pero sin lubricante es incómodo, así que mejor le hice señas para que nos fuéramos al baño del fondo y me subí el pantalón.

    Ya estando ahí, se puso de pie, recargado en la pared junto al cubículo de en medio. Me hinqué y le empecé a dar unas mamadas bien ricas, mientras estiraba mis manos para estimular sus pezones con mis dedos, debajo de su playera. El chavo resoplaba y suspiraba bien cachondo. Me excitó muchísimo. Lo tomé de sus nalguitas para empujarme su verga más al fondo y sentirlo adentro.

    El chavo me tomó del pelo y tomando impulso, me dio varias embestidas con su verga hasta adentro de mi garganta, incluso sentí que se iba por detrás de mi lengua a cada empujón. Como su verga no era muy gruesa, me cabía bien. Fueron como 4 embestidas así, pensé que en cualquiera me iba a dejar su leche bien adentro de mi garganta.

    En eso sonó la puerta de entrada. Cerré la puerta del cubículo con una llave del carro y le hice señas para que guardara silencio y esperara un momento. No se veía nada nervioso el chavo. Como el tipo que entró no se metió a ningún cubículo, supuse que se quedó en los mingitorios, pero tampoco orinaba. Probablemente también iba por faje, así que abrí la puerta con cuidado, sin hacer ruido y me asomé. Era un hombre como de entre 35 a 40 años, alto, blanco, delgado, de pelo corto, esbelto. Venía con camisa y pantalón de vestir, parecía un ejecutivo u oficinista. Estaba de muy buen ver, la verdad. Le dije con señas al chavo que saliera del baño del fondo. Así lo hizo y se fue a los lavabos, mientras yo me volví a encerrar.

    Para mi mala suerte, el viejote sabroso también venía bien cachondo, y no pasaron ni 15 segundos y ya estaban los dos jalándose las vergas en los mingitorios. Por el reflejo de los azulejos pude ver al chavo chaparrito masturbarlo, luego agacharse para mamarle la verga al viejo sabrosote. Después se besaron (¿no que no le gustaba besar?). El hombre guapo volteaba hacia los azulejos para ver si no los estaba viendo. De todas formas yo iba a lo mismo, pero no quise interrumpirlos. Mientras ellos seguían en su faje, yo fui a masturbarme al baño del fondo hasta deslecharme. Qué delicia de imagen ver a estos dos fajar, pero qué mal que no me tocó un poco de eso a mí. Ni modo. Terminaron su faje, salieron y yo salí a lavarme y me retiré, algo insatisfecho.

    #121369
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El pasado martes 07-sep fui a los baños de la Consti, poco después de mediodía. Por suerte no estaban las del aseo a la vista. Al entrar vi que estaban los dos primeros cubículos ocupados. No escuché ruidos de puertas cerrarse o personas yendo de prisa a encerrarse ni nada parecido al entrar, así que pensé que no estaban buscando faje.

    Me fui al baño del fondo, cerré y esperé un poco. Luego me agaché desde debajo de la puerta para ver qué hacían. El del primer cubículo era un hombre joven, bien vestido, de tez blanca, con camisa, pantalón de vestir y mocasines. El otro iba de tenis. Ambos estaban sentados sin hacer nada. El güero del primer cubículo sí se notaba que se la estaba jalando, aunque no le pude ver bien la verga por debajo de mi puerta. Del otro no se notaba qué hacía, pero si no salía era obvio que también buscaba algo.

    Me bajé el cierre, me saqué la verga y me empecé a masturbar. Abrí mi puerta sin hacer ruido para ir a los lavabos y ver si el güero del primer cubículo había destapado el glory hole, pero no. Aún lo tenía tapado con papel. Luego me recargué en la pared frente al cubículo del otro que estaba al lado, ya que esa puerta tiene un agujerito para espiar. Me empecé a masturbar frente a su cubículo para que me viera y abriera, pero no me di cuenta si me espió. No salió.

    Después de un rato sin éxito, me encerré de nuevo en el cubículo del fondo y se fue el del segundo cubículo. En cuanto oí que se fue por el rehilete de la entrada, salí y me fui al primer mingitorio para jalármela y que me viera el vato güero de a un lado. Así lo hizo, noté que se inclinó para espiarme por el agujerito y luego quitó el papel del glory hole.

    Quise ver primero su verga, así que le hice señas a través del glory hole para que pusiera su pito, pero en vez de eso me abrió la puerta. ¡¡UFFFF!! ¡Qué deliciosa imagen! Era un chavo que ya he visto antes. GUAPÍSIMO, así, con mayúsculas. Es un chavo güero, de ojos verde oscuros, de alcurnia el wey, bien podría ser el hijo de un empresario o de un ganadero de esos güeros jaliscienses. Me recibió sentado en el baño, con sus piernotas bien abiertas y jalándose su vergota. Una verga gruesa, de tez clara, no circuncidada y bien maciza, gruesa de la base hasta la punta, además de unos huevotes enormes y bien rasurados. Llevaba una camisa azul desabrochada al pecho y se le notaba el bronceado, como que había ido a la playa hace poco. Tenía sus vellos bien güeritos, color dorado y se le notaban bien rico en sus piernas y brazos, como si brillaran de dorado.

    En la vez pasada que me lo topé no me dejó mamarle el glande, o sea, sí podía chuparle los huevos, lamer su verga y su pelvis, así como masturbarlo, pero nada de besarlo, ni chuparle pezones ni chupar su glande. Esa vez me dijo que tenía novia y que su novia sí se la mamaba, entre otras cosas.

    Creo que sí me reconoció. La vez pasada estuvimos como media hora entre charlas de sitios de faje, cosas de su novia y entre mamadas y chupadas de huevos y verga (sin glande) mientras yo estaba hincado frente a él.

    Esta vez fue la misma dinámica. Yo quise meterme de inmediato su vergota a la boca, pero me detuvo y me hizo señas agarrándose los huevos para que se los chupara, mientras él veía su celular a ratos. Era como si fuera un rey en su trono y yo estuviera hincado satisfaciéndolo. Desde la vez pasada me encantaron sus piernotas y sus nalgotas. El wey es delgado, pero no es de gym, tiene su pancita y grasa normal, como alguien delgado pero que no hace ejercicio. Describiría su cuerpo como el de las pinturas renacentistas, donde la gente desnuda se ve un poco gordita y lampiña, pero dentro de lo normal. Así estaba este hermoso cabrón.

    Estuve de nuevo mamando sus huevos, lamiendo su verga e intentando varias veces metérmela a la boca, sin éxito. Le desabroché más su camisa para estimular sus pezones.
    -¿Me dejas chuparte los pezones?- le pregunté con excitación
    -No…- me dijo un poco cortante y siguió viendo su celular.
    No quise discutirle y mejor aproveché, estando hincado y chupando todo lo que pude (pelvis, huevos, tronco de la verga, ingles, piernas) y acariciando sus piernotas gruesas y velludas. Luego le desabroché por completo su camisa para ver su delicioso cuerpo, le besé su pancita, la pelvis y de nuevo los huevos. Cada vez que hacía algo que lo excitaba de más me pedía que pausara, interrumpiéndome con su mano. Luego esperaba un poco y me volvía a dejar chupar y lamer.

    -¿Me dejas ver tus nalgas?- le volví a preguntar.
    En realidad quería que se pusiera de pie para verlo mejor y chuparlo con más comodidad. Se levantó y neta se veía delicioso el cabrón. Ya tenía la verga bien parada y lubricada, pero de lo gruesa y pesada le colgaba como un chorizote. Me encantaría que me la hubiera metido en la boca, así como estaba, pero sólo me dejó chupar sus huevos y lamerla, sin probar su glande.

    Lo volteé de espaldas y pude ver su culote blanco y hermoso, lampiño. Le besé sus nalgas, pero no me animé a lamer su ano, tal vez no venía preparado, así que lo volví a voltear de frente y a chupar sus huevotes mientras lo masturbaba. En eso sonó la puerta y me fui rápidamente al baño del fondo.

    El que llegó no supe si buscaba faje también, pero se tardó un buen rato. Al final salió uno de ellos y de rato alguien empujó mi puerta del baño del fondo. Abrí, era este chavo guapo. Nos miramos, pero él me vio y caminó hacia la salida. Traía un pantalón de vestir de esos que usan algunas personas y señores elegantes, aunque a mí no me gustan. Son pantalones de colores raros, él tenía uno como rosa medio apretado y se le veían unas nalgotas gordísimas.

    Salió, me quedé solo y excitado. No quise esperar a alguien más y me la jalé hasta deslecharme.

    #121390
    hefraperez
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    El pasado sábado 25 sep fui a los baños de Villateresa a eso de las 7 pm. Ya el día anterior, viernes en la noche, había ido, tenía muchas ganas por el estrés acumulado de varias semanas, pero como estaba lloviendo ligeramente, no había nadie, más que una persona en el baño con glory hole, le puse la verga y me la jaló, pero para mi mala suerte era el viejito chaparro que siempre se la pasa en ese lugar los viernes en la noche. Me desagrada su cara de bonachón, de que no rompe ni un plano, siendo que es putísimo y siempre estorba y espanta a los guapos.

    Me atreví a jalársela, pero me arrepentí, a pesar que he hecho cosas más intensas, me dio asco jalársela. De verdad es cierto lo que dicen, que si no te atrae una persona, por mucho que se intente, no será agradable lo que pase.

    Ese sábado esperaba no encontrarme con ese ruquito de nuevo y por suerte no estaba ahí. Llegando estaba en los mingitorios un chavo de unos 25 años, un poco alto y robusto (gordibueno, sabroso), moreno claro y con un poco de barba de la que crece solo en la papada. Estaba aparentemente orinando, pero se veía un poco exagerado, fingido. En el primer cubículo (el de gloryhole), estaba un chavo delgado, llevaba pants de esos con los tobillos con elástico, como los que se usaban antes, y se le veían unos tobillos de tez blanca y delgados.

    Me metí al baño del fondo y me agaché a espiarlos. El chavo gordibueno seguía parado en el mingitorio, pero no hacía nada. El chavo delgado sólo movía sus piernas, estirándolas y luego moviéndolas hacia atrás de la taza, como si se la estuviera jalando bien intenso, pero no alcancé a ver que se la estuviera jalando, no traía el pants bajado.

    El chavo robusto entró al cubículo de al lado, luego salió y volvió a ir a los mingitorios. Salí y me fui a los lavabos para verlo de reojo, luego me puse en el mingitorio junto a él y me saqué la verga para jalármela. Me miró con discreción, luego yo le vi la verga, una verga morena clara, circuncidada y flácida. Estiré la mano para agarrársela, pero me detuvo, haciendo seña con su mano de que no lo hiciera.
    Me regresé un momento al baño del fondo, esperando que el chavo robusto y el delgadito del cubículo hicieran lo suyo, ahora que sabía el chavo de los mingitorios que yo iba por faje. Aún así no pasaba nada, así que salí de nuevo a ver qué pedo.

    Me llevé una deliciosa sorpresa. El chavo del cubículo había quitado el papel del glory hole y se asomaba un pitote güero por ahí. Delicioso, de unos 15 cm por fuera más los cm pendientes que estuvieran por dentro del cubículo. Volteé a ver al chavo robusto. Sólo miró el pito, pero no se acercó, así que sin perder tiempo me agaché, miré y olí esa verga, no olía mal, así que me la llevé a la boca.

    Le chupé sólo la cabeza y un poco del tronco. Quería metérmela a fondo, pero el glory hole esta sucio y huele a orines y semen seco, no quería que mis labios rozaran con esa división de plástico sucia, así que sólo mamé lo que alcancé, tomando mi distancia y viendo de reojo que el chavo robusto no me fuera a grabar o a tomar fotos.

    Estaba deliciosa esa verga, de hecho, me parece haber visto una foto de ese pito en el perfil de un sextwittero de Ags. Pensé que el chavo robusto se iba a acercar a darme verga para intercalar entre ambos, pero no, sólo me miraba, pero no me fijé si se estaba masturbando o no. Tal vez sólo era voyeurista.

    Quería esa verga a fondo, así que le hice señas y le toqué la puerta al chavo para que me abriera y empinarme a mamársela a fondo, pero no me abrió, volvió a poner su verga en el glory, así que seguí mamando, hasta que me llegó un ligero sabor salado, su líquido pre eyaculatorio. Hice una breve pausa, pero como no quitaba su verga, seguí mamando hasta que sentí que expulsó un chorro caliente de su verga. Ya se había venido. No lo escuché gemir ni recargarse en la división, como muchos hacen.

    Pienso que el wey se deslecha seguido, porque fue muy poquito lo que eyaculó. Se la seguí chupando, pero con más suavidad para no lastimarlo, hasta que poco a poco quitó su verga del glory hole. Me fui al baño del fondo a escupir la leche y a jalármela, con la puerta entreabierta por si alguno de los dos quería entrar a fajar. Escuché que se fue el chavo robusto. Luego abrió la puerta el chavo delgadito, pero se fue directo a lavarse las manos y se retiró. Ni modo, me desleché solo, me limpié y me fui.

    #121394
    hefraperez
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    Fui el pasado miércoles 29-sep a los baños de Villateresa, a eso de las 2 pm. Mal horario, y lo sabía, pero tenía ganas. No había nadie, esperé un buen rato en el baño del fondo hasta que entró un señor maduro y se metió al cubículo con glory hole, pero no hizo nada, luego llegó otro hombre, se metió al cubículo de en medio, sin hacer nada tampoco. De pronto vi cómo se asomó por encima del cubículo, para espiarme, alcancé a ver su pelo entrecano.

    Salí de mi cubículo y me puse frente al de él, esperando que abriera. Abrió, pero en vez de recibirme con la verga de fuera o algo así, se fue para los lavabos, sin hacerme caso. Era un hombre robusto, como de 1.75 m, de unos 35 años, de tez clara, de lentes, tipo oso, algo geek, gordibueno (me excitan así), con pancita, espaldota y nalgón, delicioso el wey. De hecho, me parecía conocido.

    El señor del primer cubículo estaba haciéndose pendejo viendo videos en su celular. Fui a lavarme las manos también para ver si se hacía algo con ese vato robusto sabroso, me fijé que el señor tenía el glory hole destapado, pero no nos espiaba ni nada, así que me regresé al baño del fondo y a través del reflejo de la puerta de plástico, miré al gordibueno mientras yo me agarraba la verga por encima del pantalón. Él me miraba también por el reflejo, pero se hacía del rogar. Después de un rato se acercó con discreción conmigo, se desabrochó el cinturón y se bajó el cierre. Traía un bóxer de licra rojo y ya se le veía un rico bulto debajo.

    De inmediato le agarré el bulto, se bajó un poco el bóxer y se sacó la verga. Una verga mediana, morena clara y con mucho pellejo. Pensé que no se le iba a recorrer, pero sí, se la estiró con una mano y asomó su cabeza de la verga.

    -¿Te gusta besar?- le pregunté en voz baja mientras me acercaba a su oído. Tenía un tatuaje detrás de la oreja.
    -No- me dijo en voz baja.
    -¿Me dejas chuparte las tetas?- le pregunté, igual en voz baja.
    No me dijo nada, pero se levantó la playera mientras yo intentaba meter mano debajo de su camiseta y ahora sí lo reconocí: es un wey al que ya se la había mamado antes, un vato gordibueno, aparentemente inter, usa camisetas gruesas de elástico ajustadas, me imagino que para que no se le vea la lonja o que no se vea muy chichón cuando camina o corre. La vez pasada no le pude quitar la camiseta por lo ajustada, para fajar rico con él. Esta vez él se la levantó.

    ¡Ufff! Estaba delicioso el cabrón, su cuerpo bien peludo, desde la verga hasta el cuello, hasta eso la espalda no se le notaba peluda. Tenía el pecho ya algo canoso y los pezones bien gruesos y duros. Me puse a mamárselos y apretarlos con mi boca bien rico, lo abracé mientras le chupaba las tetas, pinche espaldota bien rica y ancha, apenas para arañarla mientras me coge teniéndolo encima de mí, qué rica fantasía, apenas para llevármelo a un motel.

    Me excité muchísimo y me bajé a mamársela. El wey miraba hacia la puerta para que no saliera el don que seguía encerrado en su cubículo. Yo desde abajo lo miraba y me excitaba tener su cuerpo frente a mí para mamar a mi gusto.

    El señor que estaba encerrado le bajó a la taza, el vato sabroso se subió el bóxer, se le notaba el bulto parado y le di una mordidita mientras se subía el pantalón y se iba al lavabo a hacerse wey mientras salía el señor del otro baño. En cuanto se fue el señor, el cabrón este regresó conmigo, despacito, como si nos fueran a cachar. Se volvió a desabrochar el cinto y a bajarse el pantalón.

    -Siéntate- le dije, indicándole que se pusiera en la taza, para que se pudiera bajar el pantalón y poder mamarlo con más facilidad.

    El wey se bajó el pantalón y se acomodó en la taza. ¡Qué delicia! sus piernotas gruesas y peludas, su verga bien parada y sus huevotes listos para ser mamados. Me puse en 4, de rodillas y con las manos al suelo y me acerqué a devorar sus huevos y su verga mientras él se recargaba hacia atrás en la pared.

    -¡Qué rico!- decía en voz baja mientras lo mamaba a mis anchas. Hubiera sido delicioso ponerle un condón y darme de sentones en su verga. Estábamos solos. Me di de embestidas bien rico con su verga en mi boca mientras manoseaba sus piernotas peludas, me encantaba su cuerpo, todo duro y grande.

    Sentí un sabor salado en mi boca, tal vez estaba lubricando antes de venirse, y conforme se la seguí mamando, de su verga y mi boca empezó a escurrir leche. Pensé que era saliva, pero era su semen, escurrió por su verga hasta sus huevos.

    -Espérate, no me vayas a ensuciar- me dijo. Me imagino que se refería a que no fuera a escupir su leche encima de él. Saqué un poco de papel y se lo di para que se limpiara, luego yo escupí su leche en la taza mientras él terminada de limpiarse, ya de pie, a un costado de mí. Volteé a verlo y se veía riquísimo, sus nalgotas blancas, semivelludas y bien redondas. Me acerqué a besárselas y darles leves mordidas, a las dos, luego a uno de sus muslos. Me daban ganas de abrirlo de nalgas y meterle la lengua en su hoyo, pero no lo hice. Terminó de limpiarse y salió a lavarse las manos. Yo me puse de pie y me la jalé hasta venirme también en la taza. Salió este vato y fui a lavarme las manos, la cara y enjuagarme la boca. Salí un poco después.

    #122057
    hefraperez
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    Ayer viernes 08-oct tuve un compromiso al norte de la ciudad. Al terminar, a las 9 pm, pasé a los baños de la Consti. Por lo general a las 8 pm está lleno, pero después de las 9 pm son menos los que se quedan a buscar faje y se van pronto.

    Entré y sólo había un vato en el primer cubículo (el del glory hole), pero lo tenía tapado con papel y en un principio no se notaba que buscara faje. Me fui al baño del fondo y me agaché para espiarlo desde ahí. Era un hombre robusto, de piernas gruesas, lampiñas y muy blancas, ambas tatuadas. Me dio algo de morbo por su aspecto, pero no se veía que se la estuviera jalando. Posiblemente estaba viendo su celular.

    Me acerqué al primer mingitorio al lado de su cubículo y me la saqué para jalármela. También tenía tapado con un pedacito de papel el mini agujero para espiar los mingitorios. No noté su sombra ni nada, así que mejor esperé un momento en los lavabos. Sólo se veía que deslizaba su dedo (por su sombra en el piso, tal vez viendo su celular). Me regresé al baño del fondo y esperé un momento. Llegó una familia con varios integrantes (hombres y mujeres) y entraron todos a los baños, por lo que el vato tatuado se fue, y yo esperé unos minutos a que salieran estas personas, ya que se escuchaba que venían con menores de edad.

    En cuanto se fueron salí a los lavabos y en un mingitorio estaba un chavo de unos 22 a 25 años, chaparrito, como de 1.60, moreno, robustito (no gordo, pero espaldón), de lentes. Se veía lindo y nalgoncito. En el cubículo de en medio se veía un wey de tenis negros pero que calzaba muy chiquito, como del 24, así que pensé que era uno de los chavitos de la familia que había llegado y me esperé a que se fuera. Salió y lo vi bien. Era un chavo joven, delgado, de tez blanca y ligero aspecto como de K-poper, por su cabello, de esos que escuchan grupos de música asiáticos. Era evidentemente mayor de edad, de unos 20 a 22 años más o menos. Se quedó de pie, recargado a la pared y viendo hacia los lavabos. Yo me estaba lavando las manos y lo vi por el reflejo. A leguas buscaba faje, pero se veía medio pasivo. Cruzamos miradas, pero no pasó nada. Al poco rato se metió al baño del primer cubículo, con el glory hole aún tapado.

    El chavo chaparrito de verde se lavó las manos también, pero en vez de irse también se quedó recargado en la pared y se regresó a los mingitorios a “orinar”. Sólo se bajó el cierre y se puso a ver su celular, así que me puse a la derecha de él, junto al cubículo con glory hole, para ver quién de los dos picaba el anzuelo y daba señas de faje. Me la saqué y me la empecé a jalar.

    El chavo del cubículo había quitado el papel del agujerito para espiar y noté que se asomó, pero muy discretamente. El chaparrito de verde me miró de reojo la verga, luego le miré la suya y acercó su mano. Antes de que me agarrara la verga yo también estiré mi mano y agarré la suya.

    Para estar chaparrito estaba bien pitudo. Tenía una verga curveada ligeramente hacia arriba, cabezona y circuncidada, de unos 15 cm. Me acerqué a su oído:
    -Vente para acá- le dije, indicándole irnos al baño del fondo. Al mismo tiempo le agarré una de sus nalguitas, para darle a entender lo que buscaba.

    El chavo me siguió, entramos al baño del fondo sin hacer ruido y con la puerta entreabierta se desabrochó el pantalón y me mostró su verga morena. Se la jalé y me agaché a verla y olerla. Olía a jabón, a recién bañado. Venía limpio el chavo, así que se la empecé a mamar.

    Estaba bien chaparrito, así que me tuve que hincar y agacharme un poco para estar más cómodo. Tenía una verga bien rica y mamable, gruesa y con cabeza pequeña, súper limpia y sin sabores ni olores raros. Le levanté la playera para tocar su cuerpo moreno y lampiño mientras seguía haciéndole sexo oral y chupaba sus huevos. Olía muy rico el chavo. Me puse de pie y le chupé sus pezoncitos pequeños, mientras lo escuchaba resoplar de placer. Me acerqué nuevamente a su oído:

    -¿Te gusta besar?- le pregunté
    No dijo nada el chavo, pero se bajó el cubrebocas y entendí que eso fue un tímido “sí” o “vamos a calarle”.
    Me acerqué a sus labios y le di un besito, luego intercalamos, como me gusta, pruebo su labio (superior o inferior) y luego él el mío, de manera sincronizada. El chavo se puso como si se le hubiera activado su botón de “modo cachondo”. Nos empezamos a besar más rico, probando nuestras lenguas y succionando con más fuerza. Aunque la vez pasada que me besé con un vato me excitó muchísimo que me mordiera, prefiero algo más tranquilo y controlado.

    El chavo me empezó a tocar el cuerpo, a bajarme el pantalón y subirme la camisa, así que la desabotoné y le mostré mi cuerpo lampiño y mis tetas. El chavo se excitó de ver a un vato chichoncito y se metió mi teta izquierda en su boca, me la chupó y mordisqueó bien rico y luego me agarró las nalgas y me volteó de espaldas a él.

    Me asusté un poco porque lo vi ya bastante excitado. No me la fuera a meter a pelo o algo así, pero al voltearme de espaldas y ver mi culote blanco y lampiño el chavo se agachó, yo paré el culo y me mordió ambas nalgas sin lastimarme, luego me abrió las nalgas con ambas manos y me hizo algo riquísimo: apuntó su lengua puntiaguda a mi culito y me la dejó ir, sentí 3 veces cómo su lengua entró a mi hoyito. Yo venía preparado de mi culito y sentir su lengua mojada entrar me excitó muchísimo, se me fue la respiración a cada metida de lengua. Quería sentir su verga adentro ya en ese momento. El chavo se puso de pie, volteé a verlo y nos volvimos a besar bien rico, luego me acerqué de nuevo a su oído:
    -¿Tienes pareja?- le pregunté. La neta un chavo así de planta estaría bien rico.
    -Sí- me dijo con mucha seguridad.

    No supe si pareja hombre o mujer, no se veía ni hablaba afeminado. Sólo me agaché de nuevo a seguirle dando placer oral. Yo ya estaba bien lubricado de la verga y el chavito seguía normal, con mucho aguante. Salió un momento y se fue de nuevo a los mingitorios, pero al pasar junto al cubículo donde estaba el chavito güero le tocó a la puerta para que abriera, pero no le hizo caso. Tal vez este morenito quería probarnos a ambos o algo así.

    Salí a ver qué hacía. Estaba jalándose la verga en el primer mingitorio y me acerqué de nuevo a su oído.
    -¿Ya te veniste?- le pregunté.
    -No- me dijo, de nuevo con ese tono de seguridad en su voz.
    -Ya me tengo que ir- me dijo.
    Mientras se guardaba la verga, lo giré hacia mí y me volví a agachar para chupársela, a manera de despedida. No se iba a venir, tenía un montón de aguante.

    Me puse de pie, se la guardó, se lavó las manos y se fue. Yo también me lavé las manos, la cara y la boca, pero me quedé un momento más para ver si salía el chavo güero. Le hice señas con el pie para que abriera, pero no lo hizo, así que fui al baño del fondo a jalármela, con dedicatoria al morenito que me hizo sentir placer como hace mucho no sentía, hasta mejoró mi estado de ánimo al salir de ahí.

    #122058
    hefraperez
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    Hoy sábado 09-oct volví a ir a los baños de la gasolinera de Av. Constitución. Pensaba ir de noche, pero tuve un tiempo libre a eso de las 2:30 pm. Al llegar estaba una persona en el baño con glory hole, tapado con papel, pero con una pequeña esquina descubierta. Se notaba que se estaba asomando. Me fui al baño del fondo y vi que estaba un chavo ahí, de unos 22 a 25 años, de pie, de espaldas a mí, al parecer “orinando”, así que me regresé a los lavabos, me lavé las manos y regresé para recargarme en la pared. Como el chavo no salía, me asomé de nuevo. Seguía de pie, de espaldas y pude notar que se la estaba jalando, así que me acerqué despacio, volteó a verme de reojo y se giró despacio, para mostrarme su verga parada. No se le veía grande.

    Me acerqué, le miré la verga y se la agarré. Una verga morena, de unos 12 o 13 cm, como la mía más o menos, sin circuncidar y con la cabeza pequeña, aunque no se le recorría muy bien el prepucio.
    -¿Te gusta besar?- le pregunté al oído, pero me dijo que no, moviendo la cabeza.
    Me agaché entonces a mirar y oler su verga. No olía mal, así que la probé. Luego le bajé más el bóxer para chupar sus huevos. El chavo se veía muy cachondo y me fornicó la boca con buena técnica, se movía muy rico de atrás hacia adelante, embistiéndome la garganta muy rico.

    En eso estaba cuando noté que el wey del primer cubículo salió y estaba viéndonos por la puerta entreabierta. Era un señor de unos 50 años, muy moreno, panzón y medio sucio. Quería acercarse a ver mejor (o a ver qué le tocaba a él), pero no lo dejé, me puse de pie y cerré la puerta para que no nos espiara y me acerqué al chavo.
    -Siéntate- le dije, indicándole que se acomodara en la taza para mamarlo mejor, justo como el vato de hace unos días.

    El chavo se sentó, con algo de timidez, se bajó el pantalón, pero sólo se sacó la verga por un lado del bóxer. Me hinqué y me apoyé de sus piernotas blancas y semi velludas, tocándolas de arriba abajo mientras me metía su verga de nuevo a la boca y le daba placer.

    Así estuvimos unos momentos, hasta que se escuchó a alguien entrar. Nos pusimos de pie rápidamente y salí con la verga bien parada debajo del pantalón para meterme al cubículo de al lado. El señor mirón también se había metido al primer cubículo y el chavo se quedó en el del fondo y entrecerró la puerta.

    Yo oriné y salí a lavarme las manos en cuanto se me bajó la erección. El que había entrado era un hombre delgado, alto, de unos 35 a 40 años, de tez blanca y pelo chino y corto, que me pareció conocido, tal vez de Grindr o algún grupo de faje de Facebook, pero de hace tiempo.

    Estuve lavándome las manos y él se quedó parado, recargado en la pared y viendo su celular. Como no salía él ni yo, después de un momento se fue a los mingitorios y yo me fui a recargar a la pared, casi detrás de él. Me miró de reojo y se la empezó a jalar. Le hice señas con los dedos para que se acercara, para irnos al baño del fondo.

    En cuanto me asomé, estaba el chavo de hace rato jalándosela todavía. Se sorprendió en cuanto entró el otro vato conmigo. Se sacó la verga y ¡UFFFF! ¡Qué vergota! Tenía el pito con forma de hongo, o de palanca de velocidad, como se describa mejor. De unos 17 cm, circuncidado, blanco, con una cabezota del tamaño de una mantecada y el tronco más delgado.

    Le hice señas al otro chavo para que se acercara, lo hizo y a los dos los agarré de la verga. Al chavo con la mano derecha y al vato vergudo con la izquierda. En cuanto los tuve cerca me hinqué, le olí la verga al vato vergón. La traía limpia también y me la metí a la boca. Vergas como esas casi no se ven, así que le di unas mamadotas, luego volteé con el otro y le di una mamada también. Estuve mamando a uno y a otro. Noté su excitación en sus rostros y el chavito estiró la mano para agarrar el pitote del otro, pero lo interrumpí y volví a mamar esa vergota en forma de palanca. El señor metiche de hace rato salió a observarnos de nuevo, pero lo ignoramos.

    De pronto escuchamos que uno de los despachadores de la gasolina le habló a gritos a una de las “muchachas”, tal vez del aseo, así que me puse de pie y fui a los lavabos, para escuchar mejor si se acercaba alguien. El señor mirón volvió a meterse al baño con glory hole. Yo me lavé las manos y la boca por si tenía que salir, pero como no llegó nadie, volví a irme al baño del fondo. Estaban estos dos vatos jalándose la verga cada quien y volví a hincarme a mamarle el pitote al flaco alto.

    -Ya mero me voy a venir- me dijo.
    Yo estaba bien excitado, así que le bajé más el bóxer para chuparle sus huevos rasurados, me puse de pie y le mamé sus pezones pequeños.
    -Ahhh- lo escuché gemir en voz baja.
    Volví a agacharme y a chupar ese panquezote de carne.
    -Ya casi me vengo- volvió a decir.

    Me puse de pie y el vato se la jaló mientras yo le mamé un pezón y le agarré sus nalguitas flacas.
    -Ahhhhh- gimió el cabrón y empezó a echar chorros de leche al piso.
    -Qué ricoooo- le dije en voz baja. Volteé a ver al otro chavo y el wey se estaba deslechando también, pero dentro del bote de la basura. Fue delicioso ver a dos cabrones venirse a la vez después de habérselas mamado.

    Nuevamente se escuchó al despachador de gasolina gritarle a una de las muchachas para que viniera, así que los 3 salimos del baño del fondo. Les di papel a ambos para limpiarse, pero yo me quedé en el baño del fondo y ellos salieron del lugar. Me agaché a limpiar la leche del pitudo con papel y olerla. Olía ligeramente a cloro. Tiré el papel en el retrete y me masturbé muy rico hasta venirme, gimiendo en voz baja por la deliciosa fantasía que acababa de tener: mamar dos vergas a la vez.

    #122872
    EdRmz1
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    Cómo me prende leer lo que haces Hefra

    #122962
    hefraperez
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    El pasado viernes 15-oct fui a los baños de Villateresa como a la 1 pm. Estaban algo solos y tuve que esperar un tiempo. De hecho, sí habían entrado dos tipos como con ganas de buscar faje, pero no daban señas de nada, sólo estaban sentados en los cubículos sin hacer nada, así que en cuanto se fueron me quedé esperando un rato en los lavabos.

    Llegó un hombre alto y panzón, como de 1.85 de estatura, que entró despacio, miró a los cubículos como buscando algo (o alguien) y se metió al baño del fondo, que como todos sabemos no tiene cerradura. Este hombre entró, pero no cerró la puerta.

    Era evidente que buscaba faje, pero no quise ir de inmediato. Esperé más o menos un minuto para ir a ver qué hacía, despacio y con sigilo. Me asomé y estaba recargado en la pared que está junto al cubículo de en medio, con el pito de fuera y jalándosela. Lo reconocí bien: era un hombre de los primeros que había visto en ese lugar hace tiempo, cuando fui mis primeras veces a estos baños. En esa ocasión sólo se la había jalado, ya que no me animaba a mamar vergas.

    El señor tendrá (a mi parecer) menos de 40 años, unos 38 más o menos. Está alto y panzón, de esos que se dejan la barbita cubre papada jaja, como que en su tiempo fue delgado, pero se descuidó. Tiene la verga gruesa y de buen tamaño, aunque un poco sumida por lo gordito de la pelvis. Me acerqué y se la agarré, un troncote rico de verga que tiene.

    Empezó a resoplar como si se ahogara por la excitación. Recuerdo que la primera vez también así se puso, como si se agitara mucho.

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Sí… ¿y tú?- me preguntó con timidez.
    -No…- le dije. Me excitó mucho saber que es casado, se me afigura que es de esos señores que no los satisfacen en casa y van a buscar dónde sacar la leche. Le levanté la playera para verle sus tetas de macho robusto. Las tenía picuditas de los pezones y le mordí uno. Se excitó a madres y empezó como a agitarse. Me excitó verle su panza lampiña y me hinqué para darle un poco de lo que buscaba.

    Venía limpio de la verga, así que le di una chupada a su panquezote cabezón. Me gusta mucho sentir esa textura del glande, como una uva sin cáscara. No se la mamé a fondo porque la tenía muy gruesa, sólo le ensalivé la cabezota de su verga. Volví a ponerme de pie para mamarle un pezón y masturbarlo. Él me la empezó a jalar por encima del pantalón, pero yo la tengo muy chica a comparación de él.

    Me bajé el pantalón para jalárnosla más a gusto. El señor me volteó de espaldas y me empiné un poco para mostrarle el culo. Me arrimó el pito y antes de que hiciera otra cosa le dije:

    -Nada más rózala, no la metas-
    No dijo nada, pero creo que entendió. Me la arrimó entre las nalgas y empezó a empujar. Esa verga no iba a entrar, aunque quisiera. A pesar de que no la tenía muy larga, sí la tenía gruesa, desde la cabeza y el tronco, así que sólo me la rozó. Me volví a agachar para mamársela y ensalivarla, porque la fricción con la piel seca es incómoda.

    Así estuvimos unos momentos, entre roces de verga y de mis nalgas.
    -Ahí te van- me dijo (refiriéndose a sus mecos)
    No quería que me los echara sobre las nalgas o en la ropa, ya que tenía que ir a otro lugar y el olor me delataría, así que me despegué, me agaché y le di otra mamada, luego le hice señas para que se acercara a la taza, mientras se masturbaba.
    -Ya me voy a venir- dijo.
    Le di unos lengüetazos a su verga mientras se la jalaba con rapidez, me detuve y me aparté poco antes de que se deslechara.
    -Ahhh- gimió en voz baja mientras le salía la leche de su vergota, justo en la taza del baño.
    -Qué ricooo- le dije, mientras le sobaba los huevos y él terminaba de exprimirse la verga.

    Se limpió con un pedazo de papel, se abrochó el cinturón y salió. Yo me quedé a jalármela hasta deslecharme también.

    #123134
    hefraperez
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    Ayer 29-oct fui a los baños de la Consti como a las 8:30 pm. Justo antes de mí entró un señor chacalón a orinar. Adentro estaban los dos primeros cubículos ocupados, así que me fui al del fondo a esperar. Salió el señor chacalón y los dos vatos que estaban en los cubículos no hacían nada. Esperé a que saliera el del cubículo con glory hole. En cuanto se fue, el otro se cambió al de glory hole. Era un vato con pantalón negro de mezclilla entubado y unos botines cafés.

    Me fui a los lavabos para ver si destapaba el glory hole, pero no, así que me acerqué a masturbarme junto a su cubículo hasta que noté su silueta espiándome, entonces moví un poco el papel del glory hole para que lo destapara. Así lo hizo, acerqué mi pito y lo puse a través del glory hole. Esperaba que me la mamara, pero sólo me la jaló, así que después de un rato de masturbarme, saqué el pito y le hice señas para que pusiera el suyo, pero no lo hizo, sólo se puso de pie.

    En ese rato entraron y salieron varias personas, pero todos a hacer sus necesidades, mientras yo esperaba en el baño del fondo. El último que entró parecía ser un chavo de pantalón de mezclilla entubado y tenis juveniles. Se quedó parado en los mingitorios, así que sin hacer ruido salí del cubículo para ver si lo cachaba masturbándose o algo, pero no. Estaba concentrado, con el pito de fuera, pero fingiendo orinar.

    Fui a lavarme las manos, lo miré de reojo, pero él no me miró. Luego regresé despacio al cubículo del fondo, pero antes de entrar volví a mirarlo y él volteó a verme. Me acerqué y me dejó verle la verga. El vato traía cubrebocas, era un hombre de tez blanca, barbón y de cabello castaño claro. Al acercarme a él noté que no era un chavo, ni chavorruco… ya era un señor pasando de los 50 años. Se veía que era de dinero, pero me dio algo de repulsión que se vistiera como chavo de 20 años.

    Me mostró tímidamente su verga. Un pito pequeño (para su estatura), más o menos del tamaño del mío, sin circuncidar. De unos 12 cm. Se lo agarré y se lo recorrí con suavidad. Luego me acerqué a él:

    -Pónselo por el agujero para que te la mame- le dije, haciendo referencia al vato del cubículo con glory hole, que lo había destapado y nos estaba espiando.
    El señor accedió y se acercó tímidamente para meter su verga por el glory hole.

    El vato del cubículo al parecer se la jaló solamente, ya que el señor no mostró señales de excitación. Yo me acerqué a él, por detrás, y le agarré uno de sus pezones. Su playera era gruesa y no se notaban, así que mejor decidí tocarlo, manosear su pecho, su espalda, agarrarle sus nalgas y estimularlo mientras el otro vato le jalaba la verga.

    El señor retiró su verga del glory hole y ahora yo la metí, pero el vato de adentro sólo nos la jalaba. Intercalamos varias veces, pero luego yo me aburrí y me fui al baño del fondo, esperando a que el del cubículo saliera (tal vez no salía porque no quería que le viera la cara).

    Esperé un poco desde el cubículo del fondo hasta que salió y vi a los dos juntos, de pie (tal vez masturbándose uno al otro). Me asomé sin hacer ruido y los vi. El del cubículo era un hombre pelón (rasurado de la cabeza), moreno claro, de barba de candado negra y delineada. Estaba de pie, masturbando su verga morena y pequeña, y el señor estaba detrás de él, agarrándole una nalga con la mano derecha y masturbándose con la izquierda.
    Me acerqué a ellos y le agarré la verga a los dos, pero el moreno como que no estaba interesado en que lo masturbaran (se notaba que era pasivo) y se retiró. Nos quedamos el señor y yo. Me regresé un momento al baño del fondo y noté una mancha oscura en mi mano, parecía sangre seca, así que me acerqué con el señor.

    -¿Te cortaste?- le pregunté y le mostré mi mano manchada.
    -Sí… pero fue algo leve- me dijo con timidez y una sonrisa nerviosa.
    -Lávate- le dije, casi dándole la orden, el señor como que entendió la urgencia de mis palabras y fue a los lavabos a limpiarse. Mientras hacía eso, le pregunté algunas cosas. Me dijo que se había enterado de ese lugar por internet (Grindr) y que era su primera vez ahí. Luego yo le comenté que el mejor horario era los viernes y sábado después de las 8 pm que se van las señoras del aseo, pero que por lo visto ya no iba a llegar nadie (estaba muy sólo el lugar).

    Le dije que había más lugares, le expliqué de la central camionera y la estrategia para fajar allá. Luego le dije que probablemente ya no iba a encontrar nada hoy. El señor entendió, se despidió y se fue. Yo me quedé un rato más.

    Pasados unos minutos, se estacionó alguien afuera de los baños, entró y se metió al cubículo con glory hole. Lo espié un momento y como no hacía nada, salí a lavarme las manos y noté que tenía el glory destapado. Luego me regresé al cubículo del fondo y al pasar por su puerta le hice señas con el pie para que abriera.

    Después de un momento el vato abrió su puerta y salió. Era un chavo de unos 25 años, chaparrito (1.60 aprox), gordito y medio pelirrojo (castaño rojizo), barbón. Me recordó mucho al personaje del chaparro barbón con hacha en las películas del Señor de los Anillos, pero joven. Iba con un pants negro y se le notaba el bultito parado. Me pareció simpático, se acercó muy serio, se recargó en la pared y se sacó la verga. Era una verga pequeña (aparentemente), pero más gruesa que la mía y la del señor de hace rato.

    Se la jalé y quise verlo mejor, le levanté un poco la playera y él se la levantó toda. ¡UFFFF!, ¡estaba peludísimo!, todo su torso estaba lleno de vellos rizados y castaños rojizos. Me acerqué y le chupé un pezón. Me excitó mucho, pero algo no me agradó… tenía un olor muy fuerte…

    No olía a sucio, pero tampoco a limpio, era como su olor natural pero impregnado de testosterona. Cuando los hombres se excitan mucho su aliento y su exhalación empiezan a oler muchísimo, como a bióxido de carbono, como a boca, no sé… Hay hombres que tienen un olor dulce, aunque estén sudados y excitados, pero este olía como a 5 vatos machos sudados después de correr.

    Nos fuimos al baño del fondo, se la seguí jalando y el vato me agarró de los hombros para empujarme hacia abajo para mamársela.

    -Casi no me gusta mamar- le dije. En realidad sí se la hubiera mamado, pero su olor intenso no me agradaba, y después de ahí tenía que ir a otro lado y no quería quedarme impregnado de su olor.
    -¿Quieres verme el culo?- le pregunté, para que no se agüitara y seguir en el cachondeo.
    No me dijo nada, pero me volteó de espaldas a él, así que me bajé el pantalón, me empiné un poco, recargándome en la pared y le ofrecí el culo.

    El vato se agachó un poco y me abrió las nalgas con ambas manos, lo más que pudo. Miró mi culo mientras yo abría y apretaba mi hoyito. Al parecer le gustó, así que se ensalivó dos dedos y me los dejó ir por el culito. En cuanto sentí su saliva mi hoyito, este se estremeció y volteé a verlo.
    De su verga escurrió un chorro, no supe si de saliva o de lubricación, pero ya la tenía bien parada y me excitó mucho ver eso, sentí como si casi lo hubiera hecho venirse sólo de enseñarle mi culote lampiño.

    -Dame una nalgada- le dije en voz baja, ya bien cachondo.
    El vato volteó a la puerta, como para verificar si alguien nos veía, pero estábamos solos. Entonces me dejó ir su mano y me nalgueó con fuerza. Mi culote rebotó y se escuchó muy fuerte la nalgada.

    -Espérate, creo que viene alguien- le dije, para que saliera un momento. Yo me saqué la verga y me la empecé a jalar de la excitación. El vato regresó y yo me fui a jalármela, junto a la taza del baño, por si me venía. El vato se acercó a mi por la espalda, me arrimó la verga entre las nalgas y me la restregó por encima. La tenía bien babosa, no supe si de lubricación o era saliva, pero me dejó mis nalguitas embarradas. Además, me volvió a dar dos nalgadas que sonaron muy fuerte.

    Me estaba excitando mucho, pero no quería seguir, ya que el wey se notaba que quería metérmela a pelo y su olor seguía desagradándome.
    -Ahí viene alguien, se oyó que se estacionó afuera- le dije (para que saliera). El vato me ignoró y me volvió a dar otra nalgada. Le insistí y el wey salió un momento y se metió de nuevo al primer cubículo. Yo cerré la puerta poniendo una llave larga como pasador.

    Estaba muy excitado y ya me quería ir, así que me senté en la taza, al revés, viendo hacia la pared y me masturbé hasta deslecharme, imaginando a este gordito haciéndome suyo. Me limpié mis nalguitas y la verga y salí a lavarme las manos antes de retirarme.

    #123280
    hefraperez
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    El pasado viernes 5-nov, fui a los baños de Villateresa un poco antes de la 1 pm. Es mal horario, pero como iba a tener la tarde libre, quise ir primero ahí, para después visitar otro lugar de faje, tal vez la central camionera o el monte de Pintores Mexicanos.

    Entré y estaban solos los baños. Por suerte no se veían las señoras del aseo, así que me instalé en el baño del fondo, me la jalé un rato y esperé a que llegara alguien más. No tardó mucho, a los 5 minutos entró alguien y se metió al baño con glory hole.

    Me agaché desde el baño del fondo para espiarlo. Era un hombre de tez blanca, de piernas gorditas y con poco vello, iba de pantalón de vestir café. “Tal vez un señor”, pensé. Lo que sí me di cuenta es que llegó inmediatamente a jalársela. No le pude ver la verga, pero se estaba masturbando, con el pantalón a los tobillos. Se notaba su mano en su verga y cómo abría y estiraba las piernas por la excitación.

    Salí sin hacer ruido, para ver si daba alguna seña de querer faje. Fui a lavarme las manos y vi que tenía el glory hole destapado, pero no se asomaba. Me acerqué a su cubículo y desde una distancia prudente me agaché para verle la verga por el glory hole. No se la pude ver, pero le hice señas, metiendo el dedo por el glory hole para indicarle que se acercara (o que metiera su verga por el agujero).

    Se levantó, se subió el pantalón. Pensé que se iba a ir o que no iba a querer nada. Le volví a hacer señas con el dedo y un momento después, poco a poco, puso su verga por el glory. Una verga circuncidada, de color moreno claro. Se notaba que era circuncisión de adulto, por las marcas de las puntadas alrededor de la verga. Me agaché para olérsela. No olía mal y le di una chupadita a su cabeza. Fueron si acaso unos 5 segundos y el vato quitó su verga. Yo me fui de nuevo hacia el baño del fondo y dejé la puerta entreabierta.

    El vato salió unos momentos después. Era un hombre de unos 35 a 40 años, güero, de ojos azules, peloncito. No estaba gordo, estaba en su punto exacto (como me gustan). Se notaba que era de dinero por su ropa y su porte (pantalón y camisa de vestir). Se veía atractivo, como un hombre de familia. Me vio y le hice señas para que se acercara al baño del fondo.

    Me miró con morbo, se agarró el paquete y mientras se acercaba se desabrochó el cinto y el cierre de su pantalón. Nos metimos al baño del fondo y el vato se desabrochó el pantalón para sacarse la verga. Traía una truza blanca ajustada, eso me excitó. Me hinqué y le bajé más el pantalón y su truza, para verle bien la verga y los huevos. Todo bien, así que empecé primero a chuparle poquito los huevos y luego la verga. Me embistió la boca despacito, sin ser agresivo, metiendo y sacando su verga. Me excitó mucho, así que le besé nuevamente sus huevos, las ingles y le subí la camisa para besarle su pancita semi velluda. Me puse de pie y me acerqué a su oído:

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Hasta eso no…- me dijo, como con orgullo.
    Le desabroché la camisa para verle sus pezones. Tenía el pecho medio velludo y le chupé ambos pezones. Luego él me levantó la playera, vio mis tetas rositas y abrió la boca grande para meterse una lo más que pudiera y chupármela. Eso me excitó muchísimo. Mientras hacía eso le hablé cerca de su oído:

    -¿Te gusta besar?- le pregunté
    No me dijo ni sí ni no, pero su expresión fue como de “sorpréndeme”. Luego de eso se me arrimó más, me empezó a besar el cuello y las orejas. Eso me prende al mil. Mientras me fajaba yo lo estaba masturbando. Entonces nuestras bocas se cruzaron. Yo tengo labios gruesos y él tenía labios delgados. Creo que el sentir mis labios lo excitó mucho y nos empezamos a besar muy rico. El vato me mordía los labios, sin ser agresivo. Yo estaba prendido al mil. Hace tiempo que no me besaban así de intenso. Tenía ganas de irme con este vato a algún motel o algún lado a coger hasta llenar.

    -¿Quieres verme el culo?- le pregunté entre besos y jadeos.
    -Si…- dijo excitado.
    Me bajé el pantalón y me fui hacia la taza del baño. Me empiné, sosteniéndome del borde de la taza (el baño estaba limpio, pero siempre me lavo las manos antes y después del faje). Luego paré el culo lo más que pude.

    El vato de inmediato se me arrimó por detrás y me sujetó las nalgas con ambas manos. Puso su verga por en medio de mis nalgas, sin penetrar y me empezó a embestir mientras apretaba con sus manos mis nalgotas y sus huevos rebotaban en mi culo. Me sentía excitadísimo, quería que me la metiera ya, pero creo que no traía condón. Se detuvo un momento y me acerqué de nuevo para besarlo y me hinqué para seguírsela mamando.

    Para mala suerte sonó la puerta de entrada y el vato salió deprisa, yo como pude me puse de pie y cerré la puerta con una llave larga. Este vato se fue del lugar, se escuchó el rehilete de salida. Quien había entrado era una mujer, pues se fue a los baños de al lado. Yo me quedé muy excitado y tuve que deslecharme solo. De hecho, al salir, me fijé en los coches estacionados para ver si estaba por ahí, pero ya no lo pude ver. Ni modo, así es esto. Me quedé con ganas y por la tarde fui al monte de Pintores Mexicanos, pero lo relataré en ese apartado.

    #123282
    hefraperez
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    Ayer viernes 12-nov-21 fui a los baños de Villateresa a las 8 pm. Es el mejor día y hora para ir, justo cuando se van las señoras del aseo. Primero pasé al Oxxo a comprar papel, ya que no me gusta tomar mucho papel del de la entrada, porque los despachadores de la gasolinera siempre se quedan viendo quién entra y sale de los baños. Sólo tomé el papel necesario y lo demás lo dejé en el carro. Siempre me estaciono algunas calles más lejos, para evitar toparme con conocidos.

    Cuando fui al Oxxo sólo estaba un coche, como Sentra blanco, reciente, estacionado afuera de los baños, pero en cuanto regresé, después de dejar el papel, ya estaban más coches afuera, entre ellos un vehículo de servicio municipal de un municipio vecino de Ags. Me pareció curioso.

    Al ingresar, se escuchó movimiento adentro (le bajaron a la taza, se lavaron las manos) y salió un chavito delgado y un poco afeminado del baño. En cuanto entré, vi a varias personas adentro, algunos conocidos: estaba el señor pelón chaparro con cara de bonachón que me cae súper mal, estaba un vato güero gordito de barba de candado que se afeita la cabeza, que anda en casi todos los grupos gays de WhatsApp y se la vive en Grindr. Incluso he charlado con él de cosas personales, pero sin darle mi identidad ni pasarle fotos. El baño del fondo estaba ocupado por alguien más, que puso el bote de basura para tapar la entrada, pero aún así, la puerta seguía entreabierta.

    Como aparentemente estaban todos los baños ocupados, me quedé en los lavamanos, me lavé las manos y en eso se fue el señor chaparro que me cae mal. “Ufff, que bueno” pensé. Justo estaba en eso cuando de repente se abre la puerta del cubículo con glory hole ¡y se asoma un pitote parado!

    -¿¡WTF qué pedo!?- pensé.
    O sea, está bien que la mayoría vamos a buscar faje a esa hora al baño, pero el vato primero tuvo que averiguar mis intenciones, porque si no iba a lo mismo bien pude haber ido a reportar lo ocurrido a las oficinas de la gasolinera. Me pareció estúpido y muy arriesgado que hiciera eso, muy imprudente.

    El gordito güero afeitado estaba en los mingitorios, se asomó y vio al vato vergón, luego me miró y se metió al cubículo de en medio. Yo me asomé a ver quién era el exhibicionista, abrió la puerta y lo vi bien: es un wey que me he topado varias veces en los baños de la central camionera, desde hace mucho. Es un vato de unos 40 a 45 años más o menos, chaparrito (como de 1.60), delgado y muy moreno, de pelo ya algo canoso. Tiene un aspecto diferente, parece como hindú, es muy moreno pero muy peludo, por lo general los morenos mexicanos o de aspecto indígena son muy lampiños. Éste tiene otro aspecto, incluso su verga es inusual. Es una verga muy larga, muy morena y algo curveada. Le mide como unos 20 cm, quizá un poco más, larguísima y también está muy huevudo. Sus huevos son negros, como un aguacate, de piel muy oscura.

    Cuando me lo topaba en la central camionera siempre iba con pantalón de vestir y camisa, incluso de traje, como que iba saliendo de su trabajo. En esas ocasiones sólo lo masturbaba por debajo de la división de los baños y lo dejaba que me tocara las nalgas. No se la mamaba porque tenía un olor fuerte. He notado que, entre más morenos, los genitales de los hombres huelen más fuerte, como a orines o sudor rancio, no me agrada ese olor.

    El vato estaba de pie, viéndome con morbo y jalándose la verga, sin ninguna pena. Me acerqué y le sujeté ese vergón.
    -¡Qué rico pitote!- le dije de cerca, en voz baja.
    El wey no dijo nada, se acercó a mí y me besó. No me lo esperaba, pero me excitó, así que le correspondí.

    El wey andaba bien cachondote, besaba bien intenso, se le notaban un chingo de ganas de coger. No sé qué estaría haciendo momentos antes de que yo entrara al baño, pero con los puros besos me tenía ya bien caliente. Incluso le besé su barbilla, me excitaba sentir su piel en mis labios, con su barba rasposa creciendo en su mentón. El wey no me decía nada, sólo me besaba y se seguía masturbando.

    En eso escuché que el del baño del fondo abrió su puerta. Me regresé a los lavabos con la verga bien parada debajo del pantalón, me lavé las manos y el vato se puso en el mingitorio de en medio. Era un chavo de unos 25 a 30 años, muy alto, moreno, delgado pero con pancita, iba con un suéter gris con franjas moradas. Se desabrochó el pantalón y se sacó la verga, pero no orinó. Se la empezó a jalar. Me acerqué a él por detrás, me miró y le hice señas para que viniera conmigo. El chaparro vergón no había cerrado su puerta, sólo la tenía entreabierta, así que le hice señas para que saliera del cubículo.

    Los dos se acercaron a mí y los agarré de la verga, una con cada mano, el vergón chaparrito con la derecha, el otro con la izquierda. Este tenía una verga normalita, sin circuncidar, algo pequeña para su estatura, casi del tamaño de la mía. Quería mamarlos a ambos, así que me agaché y me acerqué primero al chavo alto, por la experiencia del olor de la verga del otro, que ya he percibido antes. Su verga olía feo también, como amargo, así que no le hice nada. No pude disimular el desagrado. Me puse de pie y me fui a los lavabos.

    El chavo alto como que se indignó y se volvió a meter al baño del fondo. Yo me regresé con el chaparrito vergón que seguía con la puerta abierta, masturbándose sin parar. Nos volvimos a besar:

    -¿No te gustó su verga?- me preguntó.
    -Le olía feo- le dije en voz baja
    -¿Me la chupas?- me preguntó
    Me agaché también, pero con la cautela de que ya se la he olido antes y huele fuerte. Esta ocasión fue lo mismo, así que sólo la olí y me puse de pie.
    -¿Qué, también huele mal?- me preguntó, con un poco de sorpresa, pero no indignado como el otro chavo.
    -Huele un poco fuerte- le dije, pero para que no se molestara volví a besarlo.

    Así seguimos un rato, el vato parecía no tener límite. Seguía masturbándose sin siquiera lubricar. Notó mi verga parada, me desabrochó el pantalón y me bajó el cierre para sacármela y masturbarme. Le subí su suéter para ver su cuerpo desnudo. Estaba flaco y muy peludo del pecho, con pezones chiquitos. Le chupé uno, pero no me agradó mucho, tenía como que el pecho muy estrecho y las costillas más amplias, no es un cuerpo común. Sí parecía como de ancestros hindús o algo así.

    En eso sonó la puerta de la entrada. Era un hombre con pants y sudadera deportivos, el pants azul de esos como de licra y sudadera gris. Orinó y en lo que terminaba de hacerlo, el gordito güero salió del cubículo de en medio, se lavó las manos y se fue, luego se metió este hombre a ese cubículo.
    Como no tiene pasador el cubículo de en medio, la puerta se quedó entreabierta y el hombre se bajó el pants y se sentó en la taza, pero a masturbarse, con las piernas abiertas. “¡No mames!, ¡qué rico!” pensé. Aunque no estaba vergón como el chaparrito, se veía mucho más atractivo. Me acerqué a su cubículo, pero entonces cerró la puerta. “Ni modo, tal vez no le agradé”, pensé y me regresé a fajar y besarme con el chaparrito.

    En eso salió el chavo alto del pito maloliente, el hombre del pants le abrió la puerta de su cubículo y lo dejó entrar, pero salió en menos de 10 segundos, creo que tampoco quiso nada con él. Abrió su puerta, yo me fui a los lavabos para disimular. El vato se lavó las manos. Era un hombre como de unos 40 años, de tez blanca, no gordo ni delgado, sino en su punto medio. Se le notaba bien rico el bulto con el pants y unas nalgas bien redonditas y duras. Me miró varias veces mientras se lavaba las manos, pero como que no lo convencí, sino ahí mismo se hubiera sacado la verga para que se la mamara. Me gustaría haberle dado una mordida a sus nalgotas, encima del pants, aunque sea.

    Tomó algo de papel del rollo que está junto a los lavabos y se regresó al cubículo. Usó ese papel para poder cerrar su puerta. Se quedó de pie y al parecer se empezó a masturbar. Yo me regresé con el chaparrito a seguir fajando. Unos momentos después salió el hombre de pants, se lavó las manos, se fue y al poco tiempo también salió el muchacho de verga olorosa. Así que nos quedamos el chaparrito y yo. Nos fuimos al baño del fondo y seguimos besándonos. Yo estaba muy excitado, así que me hinqué y le vi bien la verga. Salvo por el olor algo fuerte no se veía sucia ni con algún detalle físico. Le miré sus huevos negrísimos y se los chupé. Luego me metí la cabeza de su verga a la boca y él me la empujó despacio hacia el fondo. Era muy parecida a la vergota prieta de un vato muy feo que iba hace tiempo a esos baños.

    Me excitó mucho recordar eso, me puse de pie, nos besamos y le pregunté si quería que le mostrara el culo. Dijo que sí. Me bajé el pantalón y me agaché, dándole la espalda. Me arrimó la verga y me la restregó de arriba abajo. En ese momento pensé muchas cosas. No sabía si decirle que se sentara para mamársela o pedirle que se masturbara entre mis piernas hasta deslecharse. Volvimos a besarnos y me excité mucho, llegando al clímax.

    -¡Ya me voy a venir!- le dije con prisa.
    Me fui rápido a la taza, apunté la verga para deslecharme ahí, pero también iba con el pantalón abajo, así que me agaché para mostrarle el culo y el wey se arrimó deprisa y me puso su verga justo en la entrada del ano. Me dieron escalofríos de que me la fuera a meter a pelo mientras yo me estaba deslechando. Justo en ese momento sonó la puerta de la entrada y el vato salió corriendo para meterse al primer cubículo. Yo Me fui con una mano apretando mi prepucio para no deslecharme en la mano, pero ya tenía un dedo lleno de semen. Con la otra mano detuve la puerta para que el que entró no se fuera a meter y verme semidesnudo y deslechado.

    En cuanto escuché que estaba orinando en los mingitorios, puse la llave larga para cerrar la puerta y fui a terminar de deslecharle, oriné y me limpié. Esperé a que se fuera esta persona. Salí y el chaparro seguía en el cubículo masturbándose. Me acerqué y le di un besito.

    -Ya me tengo que ir- le dije en voz baja
    -OK, ¿cuándo vienes de nuevo? – me preguntó
    -Todos los… bueno… casi siempre los viernes a esta hora- le dije
    -Va- me dijo.

    Me lavé las manos, la cara y me despedí con una seña de mano. El wey se quedó ahí. Al salir, el vato alto de verga olorosa estaba esperando dentro del coche municipal. Qué mal pedo usar los vehículos para sus asuntos personales.

    #123285
    WetUndie
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    Invitalos a que se inscriban a cruising

    #123329
    hefraperez
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    Hoy jueves 18-nov-21 fui a los baños de la Constitución poco después de la 1 pm. Estaban solos, pero no pasó mucho tiempo en llegar gente. Los primeros llegaron a hacer sus necesidades, luego llegó un muchacho alto delgado y se metió al cubículo con glory hole. Yo estaba en el baño del fondo. Entró alguien más y escuché que se metió al cubículo de en medio, así que salí un momento para ver si tenían el glory hole destapado.

    Me llevé una sorpresa, porque el que creí que estaba en el segundo cubículo estaba recargado en la pared. En cuanto abrí, se me quedó viendo y me miró directamente a la verga. Era un hombre chaparrito, como de 1.60, delgado, de unos 40 años, con pantalón de vestir y suéter azul. No le distinguí bien la cara por el cubrebocas.

    Yo traía un poco parada la verga porque me estuve masturbando en lo que llegaba alguien, así que me acerqué a este hombre y le agarré la verga por encima del pantalón y él me la agarró a mí, pero en eso sonó la puerta y me volví a encerrar en el baño del fondo.

    El que llegó estuvo en los mingitorios (lo miré por debajo de la puerta), pero no orinaba ni se iba. Después de un momento vi que el hombre chaparrito se puso en el mingitorio junto a él. Era obvio que ya se la andaban jalando. Luego abrió su puerta el vato del primer cubículo y se unió a ellos.

    Abrí la puerta para verlos bien, ya con la verga de fuera. El del primer cubículo era un chavo muy moreno, delgado, muy alto. Me imagino que bien pitudo también. Me excitó mucho pensar en tener a 3 vatos para fajar y como ya casi me tenía que ir, me la jalé y me vine en la taza. En eso sonó la puerta de la entrada, pero la abrieron con llave, posiblemente una señora del aseo que andaba por ahí. Se fue el chavo alto moreno casi corriendo, el chaparrito se metió al cubículo con glory hole y el otro vato se quedó en los mingitorios.

    Como ya me había venido, salí a lavarme las manos, pude ver al de los mingitorios y me llevé una gran sorpresa: ¡era el chavo güerito que me gusta! Ya lo he mencionado en varios relatos, hemos tenido fajes muy ricos ahí. Es como de 1.75 a 1.80, tez blanca, delgado pero tonificado, con unos brazos y pectorales bien marcados. En tiempo de pandemia se puso panzoncito, pero bien sabroso y ahora estaba perfecto. Delgado, más que antes de la pandemia, brazos y pecho bien marcados y sus nalguitas bien paradas, aparte se le notaba el bulto debajo del pantalón de que se la estuvo jalando. Me gusta que siempre se viste con colores que combinan con su piel. Pantalón de vestir café ajustado y una playera de manga larga café claro, también ajustadita que lo hacían verse muy atractivo.

    El problema fue lo que pasó después. Me miró, me reconoció, se subió el cierre del pantalón y se fue, así, nada más. Ni siquiera se lavó las manos. Ya varias veces antes me rechazó, no supe por qué. Incluso en una ocasión pensé en decirle que me gustaba, pero no me atreví. Cuando se va a un sitio de faje si alguien no te agrada lo ignoras, o le dices que no, pero no te vas huyendo del lugar. No sé que le hice o qué pasó, pero me sentí mal por ser rechazado. No me considero feo, aunque no tenga buen cuerpo, me considero más atractivo y limpio que muchos de los que van ahí. Pero quién sabe. Me sentí mal.

    Lo que pasó cuando se fue el chavo es que me asomé a ver al vato chaparrito y me llevé otra sorpresa, aunque por el rechazo que tuve se me fue todo el líbido. El chaparrito es un vato que me he topado antes también, mamado (aunque hoy se veía mucho más delgado y desinflado), tiene la verga doblada hacia la derecha y es bien cachondo el wey, ya nos hemos dado fajes muy ricos también.

    Ya me tenía que ir, me asomé con él, le vi la verga, pero le dije que ya me tenía que ir. Aceptó con la cabeza y se quedó jalándosela solo. Al menos me acerqué a decirle y no me fui huyendo como el otro. Ojalá algún día me diga qué le hice ☹

    #125099
    peps
    Participante
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    Pues fui a la feria de visita y tanto he oído de los baños de la gas q fui entre y nada me metí al del fondo y deje abierto y pues como estaba hiper caliente me encuere todo y oí q entro alguien y me voltie como si estuviera meando jaja por los nervios y vi como abrian la puerta y se me quedó viendo un señor se sacó la verga y entró y me empezó a tocar y a chupar los pezones uno y otro y me agarraba las nalgas hasta q se desabrocho y se bajó los pantalones y me talla a su verga bian parada bien gorda y me puso a mamartela y apenas me cabía no estaba muy larga pero si muy gorda me la dejaba toda hasta la garganta y hasta q casi me vomitaba la sacaba y yo babeaba todo así q recogió todas mis ba as y me las empezó a embarrar en el culto hasta q me voltio y me la metió a pelo me dolió muchísimo pero al ratito sentí delicioso le dije q no se viniera adentro porfavor se oía q entraba y salía gente y nos valió se oía el golpeteo de mis nalgas entrando y salíendo su verga hasta q me la sacó y me la metió a la boca hasta dentro y se empezó a venir me trague todo y me salieron hasta por la nariz de q me estaba ahogando me quito se subió los pantalón es y abrió la puerta y se fue y en cuanto se fue entró otro ya con la verga parada y me volteo y me la metió se vino rápido arriba de mis nalgas y se fue y ape as me estaba reponendo y entro un gordo grandote q no pude decirle nada solo me abrió las nalgas y me la metió me estuvo cogiendo por un buen rato ya me dolían las piernas y le velio y se vino dentro de mi me Dijo q si no quería ir con él a su hotel y pues le dije q si así q me vestí salimos compro un pomo en el oxxo y cervezas llegamos y así todo embarrado me cogio día y noche por 2 días y ya quiero verlo de nvo

    #125101
    WetUndie
    Participante
    Puntos: 1,115

    Pues búscalo, y platicas, que estuvo muy caliente

    #125111
    peps
    Participante
    Puntos: 947

    #WetUndie si nos dimos los cels pero el es de San Juan de los Lagos y yo de Toluca algún día q invite a San Juan u otro lado yo feliz me dejo dentro su verga como por 6 horas en la noche y se vino y me meo adentro dos veces si tengo ganas de volver a verlo cojimos y se la mame como nunca lo había hecho solo tomábamos y cojimos hasta q nos tuvimos q despedir si lo veo te cuento

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